La vainilla es originaria de México, donde se le conoce desde hace más de 500 años. Se cosechaba por los totonacas en la región del Totonacapan, ubicada en el norte del estado de Veracruz, entre el río Cazones y hasta las poblaciones de Gutiérrez Zamora y Tecolutla al sur.
En el siglo 15, los aztecas conquistaron a los totonacas, por lo que la vainilla fue incorporada a sus costumbres y bebidas, como el chocolate.
Los totonacas conocían a la vainilla como xanath (flor), los Aztecas como tlixochitl (flor negra) y los españoles la denominaron vainilla, porque el fruto parece una vaina.
Cuando los españoles llegaron a México y conocieron la vainilla y el cacao, los enviaron a España y de ahí se expandieron por toda Europa.
En el siglo 18 los franceses usaban la vainilla en grandes cantidades, proveniente principalmente de las colonias españolas. En 1841 se descubrió la polinización manual, dejando a un lado a la abeja melipona, logrando que se empezara a cultivar la vainilla en la isla Reunión y en Madagascar. De ahí se cultivó en Tahiti, Indonesia, China, India, y muchos países más.
Cuando los españoles llegaron a México y conocieron la vainilla y el cacao, los enviaron a España y de ahí se expandieron por toda Europa.
En el siglo 18 los franceses usaban la vainilla en grandes cantidades, proveniente principalmente de las colonias españolas. En 1841 se descubrió la polinización manual, dejando a un lado a la abeja melipona, logrando que se empezara a cultivar la vainilla en la isla Reunión y en Madagascar. De ahí se cultivó en Tahiti, Indonesia, China, India, y muchos países más.
En la época colonial se llevó a Europa a invernaderos y viveros de algunos países. En esa época aún existían colonias europeas, y la vainilla fue enviada a diferentes regiones tropicales del mundo. Fue en algunas islas del Océano Indico donde la vainilla se desarrolló y prosperó. Tal fue la relevancia que actualmente Madagascar es el principal productor de vainilla en el mundo. Después sigue indonesia, que en los últimos años ha cobrado relevancia. Le siguen países como china, la india, países de áfrica tropical y algunos más. México en las estadísticas se ubica en el quinto o sexto lugar, pero en comparación produce menos del 5% del consumo mundial. La vainilla de México aún es demandada en el mercado, debido a que, al ser su centro de origen, tienen características y contenidos aromáticos que aún resultan muy atractivos.
Hay una serie de costumbres y tradiciones que forman parte del folklore alrededor de la vainilla. Por muchos años, a las mujeres no se les permitía entrar a las plantaciones de vainilla, ya que a las plantas se les asocia con lo femenino y se decía que si una mujer entraba, la planta se pondría celosa y no daría flores y frutos. Afortunadamente esta creencia está en desuso y justamente son las mujeres que realizan un mejor trabajo con las plantas de vainilla. Otra creencia interesante es que todo hombre o mujer que se dedique a la polinización de las flores, debe estar en celibato”.